Servicios Médicos

Los servicios de gastroenterología se enfocan en el diagnóstico y tratamiento de afecciones que afectan el sistema digestivo, lo que incluye desde enfermedades comunes del estómago y los intestinos hasta trastornos más complejos como enfermedad inflamatoria intestinal y cáncer de colon.

Consulta Especializada

También conocido como cáncer gástrico, es una enfermedad en la que se forman células malignas en el revestimiento del estómago. Es una enfermedad grave que puede extenderse a otras partes del cuerpo y causar complicaciones graves si no se trata a tiempo.

Los síntomas del cáncer de estómago pueden variar y pueden incluir indigestión, dolor abdominal, náuseas, vómitos, pérdida de apetito, pérdida de peso y fatiga. Sin embargo, estos síntomas también pueden ser causados por otras condiciones, por lo que es importante hacerse revisar por un médico si se experimentan estos síntomas.

Hay varios factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer de estómago, incluyendo la edad avanzada, el tabaquismo, la obesidad, una dieta alta en sal y alimentos ahumados, el historial familiar de cáncer de estómago, la infección por la bacteria Helicobacter pylori y ciertos trastornos genéticos.

El tratamiento del cáncer de estómago puede incluir cirugía para extirpar el tumor, radioterapia y quimioterapia. La elección del tratamiento dependerá de la etapa y la gravedad del cáncer, así como de la salud general del paciente.

En resumen, el cáncer de estómago es una enfermedad grave que puede tener síntomas vagos y puede ser difícil de detectar en las etapas tempranas. Si se sospecha de la presencia de cáncer de estómago, es importante buscar atención médica inmediata para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

La dispepsia es un término médico que se utiliza para describir los síntomas de malestar y dolor en la parte superior del abdomen que pueden incluir acidez estomacal, dolor abdominal, sensación de plenitud, náuseas y eructos. A menudo se conoce como indigestión.

La dispepsia puede ser causada por varios factores, como el estrés, la ansiedad, una dieta inadecuada, comer en exceso, el consumo de alcohol o tabaco, la infección por Helicobacter pylori, enfermedades del tracto gastrointestinal, y ciertos medicamentos. En algunos casos, la causa de la dispepsia puede ser desconocida.

El tratamiento de la dispepsia depende de la causa subyacente y puede incluir cambios en la dieta y el estilo de vida, como evitar alimentos picantes o grasos, comer comidas más pequeñas y frecuentes, y reducir el consumo de alcohol y tabaco. Los medicamentos también pueden ser recetados, como antiácidos, inhibidores de la bomba de protones, y otros medicamentos que reducen la inflamación o la motilidad del tracto gastrointestinal.

En resumen, la dispepsia es un término médico que se refiere a los síntomas de malestar en el abdomen superior, y puede ser causada por varios factores. El tratamiento dependerá de la causa subyacente y puede incluir cambios en la dieta y el estilo de vida, así como el uso de medicamentos. Si experimentas síntomas de dispepsia, es importante consultar a un médico para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

La gastritis es una inflamación de la mucosa que recubre el estómago. Esta inflamación puede ser causada por varios factores, incluyendo infecciones bacterianas, el uso prolongado de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), el consumo excesivo de alcohol, el estrés crónico y el reflujo biliar. Los síntomas de la gastritis pueden incluir dolor abdominal, náuseas, vómitos, pérdida de apetito y sensación de plenitud después de comer. El tratamiento de la gastritis puede incluir cambios en la dieta, medicamentos para reducir la acidez estomacal y la eliminación de la causa subyacente de la inflamación. Si la gastritis no se trata, puede llevar a complicaciones como úlceras gástricas y sangrado gastrointestinal.

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es un trastorno del sistema digestivo que ocurre cuando el contenido del estómago, incluyendo los ácidos digestivos, fluye hacia el esófago. El esófago es el tubo que conecta la garganta con el estómago. El reflujo ácido puede causar síntomas como acidez estomacal, dolor en el pecho, regurgitación, tos, dolor de garganta y dificultad para tragar.

La ERGE puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo un esfínter esofágico inferior (EEI) debilitado, un músculo que normalmente cierra el extremo inferior del esófago y evita que los ácidos del estómago suban al esófago. Otros factores pueden incluir obesidad, embarazo, hernia de hiato, fumar y comer comidas grandes o grasosas.

El tratamiento para la ERGE puede incluir cambios en la dieta y el estilo de vida, como evitar comidas grandes y grasosas, no acostarse después de comer, y elevar la cabeza de la cama durante el sueño. También pueden recetarse medicamentos como inhibidores de la bomba de protones, antagonistas H2 y antiácidos para reducir la cantidad de ácido producido por el estómago.

En casos graves, puede ser necesaria la cirugía para corregir el problema del EEI debilitado. Si experimentas síntomas de ERGE, es importante buscar atención médica para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados, ya que el reflujo ácido prolongado puede dañar el esófago y aumentar el riesgo de cáncer de esófago.

En resumen, la enfermedad por reflujo gastroesofágico es un trastorno del sistema digestivo que ocurre cuando el contenido del estómago fluye hacia el esófago, lo que puede causar síntomas como acidez estomacal, dolor en el pecho, regurgitación y dificultad para tragar. El tratamiento puede incluir cambios en la dieta y el estilo de vida, así como medicamentos y, en casos graves, cirugía. Si experimentas síntomas de ERGE, es importante buscar atención médica para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

El hígado graso es una afección en la que se acumula una cantidad anormalmente alta de grasa en las células hepáticas. Esta afección puede ser causada por el consumo excesivo de alcohol, pero también puede ocurrir en personas que no beben alcohol. La forma más común de hígado graso que no está relacionada con el alcohol se llama enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA).

La EHGNA puede ocurrir en personas que tienen sobrepeso u obesidad, diabetes tipo 2, colesterol alto o presión arterial alta. También se puede presentar en personas que tienen un trastorno metabólico, como resistencia a la insulina, y en personas que toman ciertos medicamentos.

El hígado graso generalmente no causa síntomas y se descubre durante pruebas de sangre de rutina o exámenes de imagen del hígado. Sin embargo, en algunos casos, puede causar dolor abdominal o fatiga.

Si no se trata, el hígado graso puede progresar a una enfermedad más grave llamada esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), que puede provocar inflamación hepática y daño en el hígado. La EHNA puede progresar aún más a cirrosis, una afección en la que el tejido hepático se vuelve cicatricial y se pierde la función hepática normal. Es importante tratar el hígado graso para prevenir la progresión a enfermedades hepáticas más graves.

Los cálculos de vesícula biliar, también conocidos como cálculos biliares, son depósitos duros que se forman en la vesícula biliar, un órgano en forma de pera ubicado debajo del hígado. Los cálculos biliares pueden variar en tamaño y número y pueden estar compuestos de colesterol, bilirrubina o una combinación de ambos.

Los cálculos biliares pueden no causar síntomas y, por lo tanto, no necesitan tratamiento. Sin embargo, si los cálculos biliares bloquean los conductos biliares, pueden causar dolor abdominal, náuseas, vómitos e ictericia. En algunos casos, los cálculos biliares pueden tratarse con medicamentos para disolverlos o mediante cirugía para extirpar la vesícula biliar.

Los factores de riesgo para los cálculos biliares incluyen la edad avanzada, el sexo femenino, la obesidad, la dieta alta en grasas y la diabetes. Si sospechas que tienes cálculos biliares o estás experimentando síntomas, es importante que consultes a un médico para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

La patología benigna y maligna del páncreas y la vía biliar se refiere a una variedad de condiciones que afectan a estos órganos y estructuras del sistema digestivo.

La patología benigna puede incluir quistes, tumores o inflamación del páncreas o la vía biliar, que pueden ser tratados mediante vigilancia, extirpación o terapia médica, y generalmente no se consideran amenazas graves para la salud.

Por otro lado, la patología maligna se refiere a la presencia de células cancerosas en el páncreas o la vía biliar. El cáncer de páncreas es un tipo de cáncer muy agresivo que a menudo no se detecta hasta que se ha propagado a otras partes del cuerpo. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, pérdida de peso inexplicable, ictericia y náuseas. El tratamiento para el cáncer de páncreas puede incluir cirugía, quimioterapia y radioterapia.

El cáncer de la vía biliar también puede ser agresivo y difícil de tratar, y los síntomas pueden incluir ictericia, pérdida de peso y dolor abdominal. El tratamiento para el cáncer de la vía biliar puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia.

En resumen, la patología benigna y maligna del páncreas y la vía biliar se refiere a una variedad de condiciones que afectan estos órganos y estructuras. La patología benigna puede tratarse mediante vigilancia, extirpación o terapia médica, mientras que la patología maligna, que incluye el cáncer de páncreas y la vía biliar, puede ser muy agresiva y difícil de tratar, y requiere un tratamiento médico más intenso. Si experimentas síntomas de alguna de estas afecciones, es importante buscar atención médica para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

El síndrome de intestino irritable (SII) es un trastorno gastrointestinal crónico que afecta el funcionamiento normal del intestino. Las personas con SII pueden experimentar síntomas como dolor abdominal, hinchazón, estreñimiento y diarrea. Aunque se desconoce la causa exacta del SII, se cree que puede estar relacionado con factores como el estrés, la dieta y la sensibilidad del intestino.

No existe una cura para el SII, pero los síntomas se pueden controlar mediante cambios en la dieta, el manejo del estrés y la medicación. Los tratamientos pueden incluir el aumento de la ingesta de fibra, el uso de laxantes o antidiarreicos, y la prescripción de antidepresivos o antiespasmódicos. Además, algunas personas pueden beneficiarse de la terapia cognitivo-conductual o la acupuntura para controlar los síntomas.

En resumen, el síndrome de intestino irritable es un trastorno gastrointestinal crónico que afecta el funcionamiento normal del intestino y puede causar síntomas como dolor abdominal, hinchazón, estreñimiento y diarrea. Aunque no existe una cura para el SII, los síntomas se pueden controlar mediante cambios en la dieta, el manejo del estrés y la medicación. Si experimentas síntomas de SII, es importante hablar con un profesional de la salud para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

La enfermedad hemorroidal es una afección en la cual se desarrollan venas inflamadas y dilatadas en el recto y el ano, causando dolor, picazón y sangrado durante las evacuaciones intestinales. Las hemorroides pueden ser internas, cuando se encuentran dentro del recto, o externas, cuando se encuentran fuera del ano. Aunque la causa exacta de las hemorroides no se conoce bien, factores como el estreñimiento, el embarazo, el envejecimiento y la obesidad pueden aumentar el riesgo de desarrollarlas. El tratamiento de las hemorroides puede incluir cambios en la dieta y el estilo de vida, medicamentos para aliviar los síntomas y, en casos más graves, procedimientos quirúrgicos. Si experimentas síntomas de enfermedad hemorroidal, es importante hablar con un profesional de la salud para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

El cáncer de colon es un tipo de cáncer que se desarrolla en el colon o en el recto, que son partes del sistema digestivo. El cáncer de colon comienza como un pólipo, un crecimiento anormal en la capa interna del intestino grueso. Con el tiempo, los pólipos pueden crecer y convertirse en células cancerosas. Si no se detecta y trata a tiempo, el cáncer de colon puede diseminarse a otras partes del cuerpo, lo que puede ser potencialmente mortal. Los síntomas del cáncer de colon pueden incluir cambios en los patrones intestinales, sangrado rectal, dolor abdominal y pérdida de peso no intencional. La detección temprana del cáncer de colon a través de pruebas como la colonoscopia es crucial para la prevención y el tratamiento exitoso

Una consulta de cirugía general es una cita con un cirujano especializado en la realización de intervenciones quirúrgicas para tratar una variedad de problemas médicos. Durante la consulta, el cirujano revisará la historia clínica del paciente, realizará una evaluación física y ordenará pruebas diagnósticas si es necesario, para determinar si el paciente es un candidato adecuado para la cirugía y discutir los detalles del procedimiento quirúrgico.

Procedimientos Diagnósticos y Terapéuticos

La endoscopia digestiva alta es un procedimiento médico que se utiliza para examinar el esófago, el estómago y la primera parte del intestino delgado, también conocido como duodeno. Durante el procedimiento, se utiliza un endoscopio, un tubo flexible con una cámara y una luz en el extremo, para ver el interior del tracto digestivo en tiempo real.

La endoscopia digestiva alta puede realizarse por diversas razones, como el diagnóstico de trastornos gastrointestinales, como la acidez estomacal, el reflujo gastroesofágico, la úlcera péptica, la inflamación del esófago (esofagitis), la enfermedad celíaca y la enfermedad de Crohn, entre otros. Además, también se puede utilizar para tomar muestras de tejido (biopsias) o para realizar tratamientos, como la eliminación de pólipos o la detección y tratamiento de sangrado.

El procedimiento es generalmente seguro y se realiza bajo sedación para reducir la incomodidad y la ansiedad del paciente. Después del procedimiento, el paciente puede experimentar una leve incomodidad en la garganta y el estómago, pero en general puede retomar sus actividades normales poco después del procedimiento.

En resumen, la endoscopia digestiva alta es un procedimiento médico que se utiliza para examinar el esófago, el estómago y el duodeno para diagnosticar trastornos gastrointestinales y tomar muestras de tejido o realizar tratamientos. El procedimiento es seguro y generalmente se realiza bajo sedación para reducir la incomodidad del paciente.

La colonoscopia es un examen endoscópico que se utiliza para visualizar el colon y el recto. Durante el procedimiento, se introduce un endoscopio flexible a través del recto y se avanza a través del colon para examinar la pared interna del mismo.

La colonoscopia se utiliza comúnmente para detectar y diagnosticar enfermedades del colon, como pólipos, inflamación y cáncer. También se puede utilizar para realizar biopsias y tomar muestras de tejido para su análisis en el laboratorio.

Antes del examen, se suele pedir al paciente que siga una dieta especial y tome laxantes para limpiar el colon y garantizar una mejor visualización durante el examen. Durante el procedimiento, se puede administrar sedación para ayudar al paciente a sentirse más cómodo.

La colonoscopia es un procedimiento ambulatorio que generalmente dura entre 30 minutos y una hora. Los pacientes pueden reanudar sus actividades normales después del examen, aunque pueden experimentar algunos efectos secundarios como hinchazón, calambres abdominales y diarrea.

En resumen, la colonoscopia es un examen endoscópico que se utiliza para visualizar el colon y el recto. Se utiliza para detectar y diagnosticar enfermedades del colon, y también se puede utilizar para realizar biopsias y tomar muestras de tejido para su análisis en el laboratorio. El procedimiento generalmente dura entre 30 minutos y una hora, y se puede administrar sedación para ayudar al paciente a sentirse más cómodo. Los pacientes pueden experimentar algunos efectos secundarios después del examen, como hinchazón, calambres abdominales y diarrea.

La rectosigmoidoscopia es un examen endoscópico que se utiliza para visualizar el recto y la porción inferior del colon (sigmoides). Durante el procedimiento, se introduce un endoscopio flexible a través del recto para examinar la pared interna del colon y el recto.

Este examen se utiliza comúnmente para detectar y diagnosticar enfermedades del colon y recto, como pólipos, inflamación y cáncer. También se puede utilizar para realizar biopsias y tomar muestras de tejido para su análisis en el laboratorio.

La rectosigmoidoscopia es un procedimiento ambulatorio que generalmente se realiza sin sedación. Es relativamente corto, generalmente dura entre 10 y 20 minutos, y los pacientes pueden reanudar sus actividades normales después del examen.

En resumen, la rectosigmoidoscopia es un examen endoscópico que se utiliza para visualizar el recto y la porción inferior del colon. Se utiliza para detectar y diagnosticar enfermedades del colon y recto, y también se puede utilizar para realizar biopsias y tomar muestras de tejido para su análisis en el laboratorio. El procedimiento es ambulatorio y generalmente se realiza sin sedación, y es relativamente corto, generalmente dura entre 10 y 20 minutos.

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a polipectomía endoscópica es un procedimiento médico en el cual se extirpan los pólipos que se encuentran en el tracto gastrointestinal utilizando un endoscopio. Los pólipos son crecimientos anormales que pueden aparecer en la superficie del revestimiento del estómago, colon o recto.

Durante la polipectomía endoscópica, se introduce un endoscopio flexible a través de la boca (para el estómago) o el recto (para el colon y recto) para visualizar la superficie del tejido intestinal. Luego, se utiliza un instrumento especial para cortar y extirpar el pólipo de la superficie intestinal. Este procedimiento se realiza generalmente bajo sedación y puede durar entre 30 minutos y una hora.

La polipectomía endoscópica es un procedimiento importante para detectar y prevenir el cáncer colorrectal, ya que los pólipos pueden ser precursores del cáncer. También se utiliza para tratar los pólipos grandes o aquellos que se sospecha que son malignos.

En resumen, la polipectomía endoscópica es un procedimiento médico que se utiliza para extirpar los pólipos en el tracto gastrointestinal utilizando un endoscopio. Se realiza para detectar y prevenir el cáncer colorrectal y para tratar los pólipos grandes o malignos. El procedimiento se realiza bajo sedación y puede durar entre 30 minutos y una hora.

La inserción de balón gástrico es un procedimiento médico no quirúrgico que se utiliza para ayudar a las personas con obesidad a perder peso. Durante el procedimiento, se inserta un balón de silicona lleno de solución salina en el estómago a través de la boca utilizando un endoscopio. El balón se llena con solución salina para que ocupe espacio en el estómago y así reducir la cantidad de alimentos que una persona puede consumir antes de sentirse llena.

El procedimiento se realiza bajo sedación para reducir la incomodidad del paciente y suele durar alrededor de 20-30 minutos. Una vez que se coloca el balón, el paciente debe seguir una dieta y un programa de ejercicios supervisados para ayudar a maximizar la pérdida de peso. El balón se retira después de 6 a 12 meses después de su colocación.

La inserción de balón gástrico no es una solución a largo plazo para la obesidad y solo se recomienda para personas con un índice de masa corporal (IMC) entre 30 y 40 que han intentado sin éxito perder peso a través de cambios en la dieta y el ejercicio. También puede ser recomendado como una solución temporal para personas que necesitan perder peso rápidamente antes de someterse a una cirugía de pérdida de peso.

En resumen, la inserción de balón gástrico es un procedimiento médico no quirúrgico que se utiliza para ayudar a las personas con obesidad a perder peso. Durante el procedimiento, se inserta un balón de silicona lleno de solución salina en el estómago para reducir la cantidad de alimentos que una persona puede consumir antes de sentirse llena. El procedimiento se realiza bajo sedación y se retira después de 6 a 12 meses. Se recomienda solo para personas con un IMC entre 30 y 40 que han intentado sin éxito perder peso a través de cambios en la dieta y el ejercicio.